Tonda Romana es un cultivar de avellana muy famoso de origen antiguo y es una de las variedades más plantadas, especialmente en Lazio. La avellana es redonda, de tamaño medio-grande, con un excelente rendimiento sin cáscara.

Los avellanos prefieren suelos sueltos, frescos, ácidos y ricos en materia orgánica; los diseños de plantación se remontan al cultivo de arbustos, jarrones tupidos y tallos únicos y se podan todos los años. La densidad de plantas permitida por hectárea es de 150 para plantas viejas y de 650 para plantas nuevas. La producción máxima anual es de 4 t/ha para cultivos de regadío y 3 t/ha para cultivos de secano.

La recolección de la avellana es tanto manual como mecánica y tiene lugar desde mediados de agosto hasta mediados de noviembre. Posteriormente, el almacenamiento se realiza en locales adecuados, bien ventilados, con una humedad máxima del 6%. Las operaciones de selección, calibrado y acondicionamiento deberán realizarse dentro del año siguiente al de la recogida. El rendimiento del descascarillado está entre el 28 y el 50%.